En la empresa privada una mala gestión supone el despido inmediato del responsable máximo y si ésta es constitutiva de delito, incluso la pena puede ser de cárcel. Esto, que es una realidad en el ámbito privado, es una entelequia en el caso de las Administraciones Públicas, tanto en las locales como en las autonómicas y estatales. Por eso los políticos son una “casta” privilegiada y aunque sean unos irresponsables, inútiles e inconsecuentes siguen en sus puestos recabando méritos para conseguir la prórroga, único medio de seguir en el mercado laboral.
Los gestores de las Administraciones Públicas no sólo han de ser buenos (de bondad) y populares, también tienen que ser eficaces, resolutivos y austeros, no abandonándose al nepotismo y la prevaricación que otorga el saberse en determinados puestos, que a Dios gracias no son ni vitalicios ni hereditarios como algunos pretenden.
Alguien dijo que los malos políticos son más dañinos que los delincuentes, así es que vale más mantenerlos apartados de la sociedad y que se vayan con el señor D José Luis Rodríguez Zapatero “ a inspeccionar las nubes desde una hamaca”, labor a la que se dedicaría una vez dejada la presidencia según sus propias palabras.
Haberlos, haylos……………………..
NEPOTISMO: DÍCESE DE LA TENDENCIA A FAVORECER A FAMILIARES Y A PERSONAS AFINES CON CARGOS O PREMIOS.
PREVARICACIÓN: DÍCESE DEL DELITO QUE COMETEN LOS FUNCIONARIOS PÚBLICOS AL FALTAR, A SABIENDAS O POR IGNORANCIA INEXCUSABLE, A LAS OBLIGACIONES Y DEBERES DE SU CARGO.
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